Desde 1913, el paso Vicente Pérez Rosales ha sido un importante colaborador en el turismo de nuestra zona. Han sido más de 55.000 turistas al año que alimentaron nuestra industria turística, conocido en el mundo por su nombre «Cruce Andino, navegando la cordillera».
Tanto los Estados de Chile y Argentina como los particulares invierten importantes sumas de dinero en promover este destino en el inundo. Hoy llevamos tres largos años cenados, inicialmente por el covid-19, luego por motivos netamente locales.
Esto nos ha llevado como empresa y rubros locales a serios problemas económicos y laborales. Los problemas están en los 23 kilómetros de la Ruta CH 225 que unen Peulla con la frontera argentina. Vialidad ha abandonado esta ruta que requiere urgente reparación y luego un mantenimiento regular.
Ahora por desgracia se suma el problema del muelle de Petrohué, que dicen tiene solución a diciembre de este año. ¿Cuál es el plan alternativo y provisorio o se dejará que miles de pasajeros no visiten esta zona? ¿Cuál será la explicación para las numerosas familias que viven del turismo en la zona?
Existen más de 1500 asientos/pasajeros en embarcaciones que hoy se ven afectadas y todo el turismo en la zona.
Soluciones urgentes: Mantener tan sólo 23 kilómetros de camino internacional público y un muelle de emergencia, mientras el principal se repare en Petrohué.
¿Somos o no una zona turística?