De acuerdo a las bases publicadas, el espectáculo de 14 a 18 minutos de duración contará en esa ciudad con el uso de pirotecnia que cumpla con una serie de condiciones ambientales, lo que limitarán su empleo. La prioridad de las propuestas que presenten los oferentes, de lo cual dependerá el proceso de evaluación y adjudicación, se concentrará en un espectáculo con drones, juegos de luces y láser.
En vez de realizar un evento compartido, como ocurrió durante los últimos 17 años, Viña del Mar y Valparaíso competirán con propuestas diferentes, lo que obligará a las 800 mil personas que lleguen a la bahía a elegir entre si presencian un espectáculo novedoso y de vanguardia, como lo calificó la alcaldesa Macarena Ripamonti, o acuden al borde costero y a los cerros porteños para observar el disparo y despliegue de 10.619 bombas con calibres de hasta 200 mm.
Los fuegos de artificio que se utilizarán en Viña deberán contar con un silenciador incorporado en su estructura de diseño con el fin de reducir la generación de ruidos molestos. Lo anterior, según la convocatoria, para cuidar y proteger a las personas con trastornos del espectro autista, ancianos, discapacitados, niños, recién nacidos y animales. Además, tendrán que reducir al mínimo el daño a la flora y fauna de la comuna. Habrá tres puntos de disparos, que se localizarán en Caleta Abarca, Muelle Vergara y Reñaca.
La principal característica del show viñamarino será el espectáculo con drones, ‘mucho más amigable con el medio ambiente, de alto alcance territorial y empleado en diversas festividades’, según las autoridades viñamarinas. Junto con volar con luces multicolores, generarán múltiples figuras cuyas temáticas se concordarán con el municipio, entre ellas medio ambiente, diversidad, no discriminación y erradicación de la violencia, con las correspondientes frases. Su alcance sería no inferior a los 3 km a la redonda.
El tercer elemento del espectáculo en proceso de licitación en Viña del Mar será el despliegue de luces y láser, que se proyectarán en distintos puntos de la ciudad, en edificios emblemáticos y centrales.
El presupuesto referencial es de $450 millones, monto que supera en $150 millones el costo previsto para la fiesta pirotécnica de Valparaíso.
El alcalde porteño, Jorge Sharp, que ayer se reunió con los gremios turísticos y hoteleros para informales sobre el show de Valparaíso y el efecto que se espera en la reactivación económica del sector, descartó la posibilidad que esta comuna incorpore los elementos privilegiados en Viña, por su alto costo. María Teresa Solís, presidenta de la Corporación de Turismo de Viña del Mar (Hovi) y gerenta general del Gala Hotel, lamentó que no se haya registrado una coordinación anticipada entre los municipios para una actividad en conjunto, como ocurrió durante las últimas dos décadas, lo que podría impactar en una de las actividades económicas más afectadas en la zona, como es el turismo.